La Agencia de EE. UU. para el Desarrollo Internacional (United States Agency for International Development, USAID) ayudó a cientos de equipos de sepultura a eliminar de manera segura los cuerpos contagiosos. Varbah Dolley (izquierda), miembro de un equipo de sepultura de la Cruz Roja de Liberia, arriesgó su vida todos los días para prevenir la propagación del ébola. Cuando se le preguntó por qué, ella respondió: “Hago esto por mi país”. (Morgana Wingard para la USAID)

Brote en África Occidental

En diciembre de 2013, un murciélago de frutas infectó a un niño pequeño en Guinea con ébola. En un plazo de siete meses, el virus había llegado a las capitales de Liberia, Guinea y Sierra Leona y amenazaba con propagarse más allá de África Occidental al resto del mundo.

Fue la epidemia de ébola más grande de la historia y la primera vez que el virus se extendió más allá de los pueblos rurales a áreas urbanas. El brote puso a los funcionarios estadounidenses en alerta y requirió una respuesta internacional masiva para evitar una pandemia global.

Estados Unidos respondió rápidamente a la crisis del ébola. Miles de trabajadores de la salud y otros funcionarios estadounidenses viajaron a África Occidental para ayudar, incluidos representantes del Departamento de Salud y Servicios Humanos, los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades, la Agencia de EE. UU. para el Desarrollo Internacional (USAID) y el Departamento de Estado.

Las epidemias no respetan a las fronteras internacionales. No llevan banderas. Son amenazas invisibles para nuestra seguridad nacional.

Mark Green, exadministrador de la USAID

En el mundo interconectado actual, la amenaza de una enfermedad infecciosa en cualquier lugar es una amenaza para la seguridad en todas partes. Un virus puede viajar por todo el mundo en tan solo 36 horas. Estados Unidos trabaja estrechamente con la comunidad internacional para monitorear y prevenir la propagación de enfermedades peligrosas.

La Subdirectora de Asuntos Públicos, Emily Green, fotografiada con el personal de una estación de radio local en Guinea en 2014.

Frenar la propagación del ébola

El personal de la Embajada de los EE. UU. en Guinea, Sierra Leona y Liberia trabajó estrechamente con los países anfitriones y las organizaciones internacionales para ayudar a coordinar el traslado del personal, los equipos y los medicamentos; organizar evacuaciones; difundir información; y desarrollar la capacidad de los países para responder a futuros brotes.

Aumentar la conciencia pública fue clave para detener la propagación del ébola. La Subdirectora de Asuntos Públicos del Departamento de Estado Emily Green y su personal trabajaron con caricaturistas locales para desarrollar una novela gráfica que ayudase a educar al público sobre el ébola. También capacitó a profesionales de los medios como parte de una campaña de salud pública masiva e iniciativa de diplomacia pública dirigida a combatir el ébola en 2014.

Novela gráfica de prevención y respuesta al ébola, 2014. (Colección del Museo Nacional de Diplomacia Estadounidense)